TERAPIAS PARA EL DESARROLLO PERSONAL
Estas técnicas promueven el autoconocimiento y el autodescubrimiento como camino hacia el crecimiento personal, que finalmente nos conducirá a una experiencia de nuestra esencia espiritual.
Antes de alcanzar ese estado de conciencia de nuestra Verdadera Identidad, es preciso trascender nuestra personalidad egoica. Para trascenderla debemos aceptarla, y para poder aceptarla, primero debemos conocerla, porque no se puede aceptar lo que no se conoce.
El proceso de ir conociendo la identidad limitada del ego, puede llegar por muchas vías a lo largo de la vida. La vida misma, a base de ir repitiendo las experiencias y las lecciones que uno tiene que aprender, nos muestra cuáles son nuestros valores y nuestros límites en cada ámbito de nuestra existencia.
Si la conciencia no ha despertado lo suficiente para estar realmente presente en cada situación, esta manera de conocerse requerirá de muchas repeticiones de experiencias de dolor y sufrimiento. Son estas experiencias las que no conducen a pasar por todo tipo de terapias. En este caso, los procesos pueden tomar bastante tiempo y uno se puede quedar estancado durante largos periodos analizando su pasado, sus bloqueos físicos, sus heridas emocionales… yendo y viniendo sin llegar a ver la luz al final del túnel..
La ventaja de formas de autoconocimiento como la Astrología, la Numerología o el Sistema de Diseño Humano (SDH), es que pueden ahorrarte tiempo y sufrimiento. Es cierto que uno sólo ve hasta donde puede ver, pero también es cierto que a veces estamos preparados para ir más allá y nuestro ego se resiste por miedo a tener que cambiar lo conocido por lo desconocido, lo que habitualmente se denomina “salir de nuestra zona de confort”.
Estas técnicas nos descubren partes de nuestra personalidad que no éramos capaces de reconocer, y que la vida nos presenta con insistencia en el mundo, hasta que seamos capaces de integrarlas en nuestro interior. Finalmente nos damos cuenta de que nuestra personalidad es el mejor vehículo para llevar a cabo nuestro propósito en esta vida.
Todas ellas cumplen la función de describir nuestro vehículo físico, emocional y mental. Algunas van más allá y nos muestran, incluso, nuestro propósito vital y espiritual.
